Sunday, November 25, 2007

Europa Central en Progreso

Si una única cosa positiva se puede rescatar del comunismo y de cualquier tiranía en general, es
las ganas de progreso con que queda la población después de tanta opresión. Este sentimiento es palpable en algunos países de Europa Central, Hungría y República Checa son dos ejemplos de países que atraviesan fuertes procesos de reconstrucción de su infraestructura, que promueven el turismo y cuyas economías se benefician del ingreso a la Unión Europea.

De países oprimidos, donde sus habitantes huían en busca de un destino mejor, a países que inclinan la balanza del mundo al lado positivo. Parece que la UE hace un buen trabajo extendiendo sus fronteras, entendiendo que son parte de un todo y que no pueden gozar de plenos beneficios rodeados de pobreza.

Estos son ejemplos que nos invitan a pensar en la posibilidad de un mundo mejor, de economías estables, de posibilidades de progreso, sin emigraciones forzadas. La historia nos dice que la democracia es un elemento imprescindible para el progreso.

Comparando esta realidad europea con otra que ocurre al mismo tiempo, donde movimientos e ideas separatistas son el tema del día a día en varios países como España o Bélgica, me surge la pregunta de si las nuevas generaciones europeas sabrán valorar este legado o veremos el mismo fenómeno a mediano plazo, esta vez de carácter continental.